Estoy trabada. Sí, trabada en un punto inerte de mi vida. No estoy produciendo, ni creando ni haciendo.
Cuando tuve la oportunidad tomé la decisión de tomar un descanso. Y ahora que deseo poner manos a la obra no puedo, por causas ajenas a mi control.
Parece que tomé todas las decisiones incorrectas posibles. Y aunque muchos dicen que esté tranquila, que todo es parte del crecimiento personal siento que me cagué en mi destino, hasta cierto punto.
Sé que estoy muy joven y que tengo salud y ánimos para borrar lo que escribí y componer un destino nuevo. Sólo que me queda ese sentimiento de haber hecho algo inevitablemente estúpido.
Lo peor es la espera... Espero porque no tengo opción. Hasta que las cosas se den, no puedo hacer más de lo que he hecho.
Debo ser paciente pero es una necesidad, no un capricho.
Juro que sólo quiero hacer las cosas bien, al menos esta vez...