Ameba ataca de nuevo con los fracasos del ratón Pérez, el mismo que tuvo por misión reemplazarnos los dientes de leche cuando éramos carajillos.
Con un lenguaje más fuerte que el acostumbrado abordan la tragedia de quien tiene que reciclar su carrera por mal desempeño en medio de la crisis.
Un problema existencial, una elección vocacional y la identidad personal... viernes de película con producción independiente, creativa y de maes que me caen bien.