Nuestra Constitución Política dice en el artículo 110 que “el diputado no es responsable de las opiniones que emita en la Asamblea”, lo cual supone una garantía para que se ejerzan las funciones parlamentarias de control político en total libertad, pero unos pocos diputados la están usando para fines torcidos.
El diputado José María Villalta Estrada-Flores afirmó que el ex presidente Oscar Arias cometió el delito de peculado cuando Judesur le pagó facturas de hotel. Todo un escándalo político con implicaciones legales graves, pero la verdad es que al que le pagaron la estadía es otro “Oscar Arias” Dowartt
El afán de persecución y notoriedad es tal que sin revisar responsablemente los documentos dispararon contra la honra ajena. Esta bajeza no sería posible sin la complicidad de los periodistas que en vez de seguir lo que enseñan en la universidad reproducen lo que sea sin revisar las fuentes.
Este episodio debe servir de lección a diputados como Manrique Oviedo quien comparte con Villalta las ansias de notoriedad, que aprenda del error ajeno que la inmadurez se ha convertido en una irresponsabilidad frente al pueblo de Costa Rica, que no siga esos pasos.
Si un particular atribuye falsamente un delito a otra persona puede ser denunciado por calumnia (artículo 147 del Código Penal), pero si un diputado lo hace no tiene nada qué temer porque puede abusar de la inmunidad como escudo y garantía de impunidad.
Todos saben que no hago migas políticas con el Frente Amplio, pero también muchos me han escuchado referirme con respeto sobre el ex Diputado Merino Del Río, a quien considero un caballero y admiro su consistencia ideológica aunque no la comparta… Que grande le quedó la camisa a Villalta.
Hoy toca control político en la Asamblea, ojalá se toque el tema sin las pachucadas del diputado Víquez que también dejan en mal a la Asamblea.