Señor Campos: Como usted ha podido comprender las llamas de este infierno honran los compromisos adquiridos, su respuesta se ha consignado sin modificación alguna y así va a permanecer, ese fue el pacto que usted hizo con este pobre diablo. No es posible complacerlo con la reunión cara a cara porque El Chamuko, como usted comprendera tiene naturaleza anónima, lo cual prohibe cualquier encuentro por protección de identidad.
Usted dice que los hechos que este infierno denuncia son falsos por lo que no puede explicar hechos falsos. Allá usted pero la lógica más básica es que cuando un evento carece de verdad se hace más fácil de enfrentar, es decir, la moral y espiritualidad nos indican que la luz destruye la falsedad.
Desconozco la lista de personas que lo aman y la de los que lo estiman menos, pero tenga certeza que eso no puede influir en mi blog, lo único que acepto como fuente son documentos que demuestran lo sustentado en la publicación, por lo que ignoro las buenas o malas relaciones que usted tenga con otros blogueros. Este pobre diablo no toma lados, salvo el lado de la verdad, el fin superior que busca este blog, y por eso acá tiene su derecho de respuesta:
Usted dice que los hechos que este infierno denuncia son falsos por lo que no puede explicar hechos falsos. Allá usted pero la lógica más básica es que cuando un evento carece de verdad se hace más fácil de enfrentar, es decir, la moral y espiritualidad nos indican que la luz destruye la falsedad.
Desconozco la lista de personas que lo aman y la de los que lo estiman menos, pero tenga certeza que eso no puede influir en mi blog, lo único que acepto como fuente son documentos que demuestran lo sustentado en la publicación, por lo que ignoro las buenas o malas relaciones que usted tenga con otros blogueros. Este pobre diablo no toma lados, salvo el lado de la verdad, el fin superior que busca este blog, y por eso acá tiene su derecho de respuesta:
Señor Chamuko acepto su reto. Espero que lo publique tal y como yo se lo estoy enviando, aunque dudo mucho lo haga. En primer lugar yo no ejercí mi "derecho de respuesta" porque aunque me contaron sobre su publicación en mí contra para serle muy honesto no la había hasta el día de hoy. En segundo lugar, lo que allí dice es falso; entonces, como comprenderá, qué difícil es ponerse a explicar hechos falsos. En tercer lugar, la fuente de donde Usted toma los hechos para su "denuncia" es otro sitio web anónimo (Usted mismo cita esa fuente); entonces, qué problema (y que disparejo) es ponerme a pelear y a defenderme del anónimo cuya origen es otro anónimo... En cuatro lugar, allí en ese artículo -y en este- se me ataca sin nigún motivo y se me etiqueta como "el abogado de la mafia", cuando tengo más de quince años de ejercer la profesión de abogado penalista apegado a la honestidad y a la ética. El hecho de que yo haya defendido un solo caso de narcotráfico como abogado particular no me hace el "abogado de la mafia" como se afirma para desacreditarme. En quinto lugar, como lo escribí en La Nación, y parece que Usted no lo entendió, yo respaldo el anonimato o la confidencialidad para señalar actos de corrupción en la función pública, pero resulta que amí se está atacando y no he incurrido en ningún acto corrupto, y tampoco soy funcionario público; entonces, por qué si soy un profesional liberal se me ataca de esa manera ¿Será que Usted es amigo o compinche del "señor" que me insulta en el sitio web anónimo de donde Usted tomó la información para atacarme a mí. Ese "señor" me insulta porque me odia por razones personales; entonces, Usted está cayendo y siguiendo el juego de otro. En sexto lugar, el tal viaje a Brasil con el honorable Presidente de la Corte nunca se dio y, en todo caso, era por estrictos motivos de trabajo, ya que realice una consultorías en el Poder Judicial para el Banco Mundial en virtud de que fui contratado por mis atestados académicos y profesionales. Aún así, le pregunto: ¿Dígame algo indebido o incorrecto que haya hecho en relación con ese trabajo? Y por favor no me descalifique sólo porque defendí un caso de narcotráfico, sino por alguna incorrección en que yo haya incurrido. Señor Chamuko, cuándo quiera y dónde quiera estoy dispuesto a conversar con Usted cara a cara. No tengo miedo de dar la cara porque el que no la debe no la teme, así que si desea que ahonde en alguna explicación lo reto a Usted públicamente a reunirnos personalmente. Finalmente, señor Chamuko por favor piense muy bien en la gente honesta que le ha costado muchos años de trabajo y estudios hacerse un nombre antes de atacarla, ya que no es justo que por puro capricho Ud se encargue de denigrarme gratuitamente; así que por favor le pido encarecidamente que respete mi honorabilidad y si quiere seguirme insultando y descalificando al menos cite su nombre y apellidos. Buenas noches y muchas bendiciones. J. Federico Campos C. Cédula 1-790-839.