
Mucho se ha hablado de las técnicas de PNL, lo que ha llevado a pensar en muchos que ésta se resume a ellas. Es decir, que si se aprenden todas las técnicas automáticamente la persona será un neuroprogramador.
En relidad, todas las técnicas o procedimientos o formatos (puedes encontrar cualquiera de estos nombres en libros y artículos y se refieren a lo mismo), son una manera de hacer lo mismo: obtener un resultado en una determinada área. La verdad es que hay mil y un maneras de obtener los mismos resultados.
Una persona que sabe las técnicas lo único que conoce es el procedimiento de memoria, puede conocerlo bien y obtener resultados muy satisfactorios, pero no conoce los principios sobre los cuales descansa la técnica. Cuando necesite variar (ya que todos los clientes no son iguales) no podrá saber exactamente cuándo, cómo o qué variar sin afectar el trabajo final.
Un neuroprogramador no sólo conoce estas leyes, sino que puede adaptarse a la persona de una manera única e individual logrando el mayor resultado posible, posee un espíritu de curiosidad científica y artística por los procesos neurocognitivos con los que trabaja. Constantemente está revisando y revalorando los principios con los que trabaja.
Fácilmente se pueden aprender muchas técnicas en la gran cantidad de libros que hay de PNL (unos muy buenos, otros no tanto), pero la parte técnica es sólo una de las habilidades de un neuroprogramador.
Mañana continuaremos este tema.
En relidad, todas las técnicas o procedimientos o formatos (puedes encontrar cualquiera de estos nombres en libros y artículos y se refieren a lo mismo), son una manera de hacer lo mismo: obtener un resultado en una determinada área. La verdad es que hay mil y un maneras de obtener los mismos resultados.
Una persona que sabe las técnicas lo único que conoce es el procedimiento de memoria, puede conocerlo bien y obtener resultados muy satisfactorios, pero no conoce los principios sobre los cuales descansa la técnica. Cuando necesite variar (ya que todos los clientes no son iguales) no podrá saber exactamente cuándo, cómo o qué variar sin afectar el trabajo final.
Un neuroprogramador no sólo conoce estas leyes, sino que puede adaptarse a la persona de una manera única e individual logrando el mayor resultado posible, posee un espíritu de curiosidad científica y artística por los procesos neurocognitivos con los que trabaja. Constantemente está revisando y revalorando los principios con los que trabaja.
Fácilmente se pueden aprender muchas técnicas en la gran cantidad de libros que hay de PNL (unos muy buenos, otros no tanto), pero la parte técnica es sólo una de las habilidades de un neuroprogramador.
Mañana continuaremos este tema.