El don de escribir, no es un don dado fácilmente por las musas de los talentos.
Es algo que se otorga, se aprende o se nace con él, pero si no tienes esa chispa que necesitas, nunca lo consigues.
Yo no nací con ese don -hasta donde sepa- pero si lo he aprendido con la práctica, con el error y el borrador, con el vuelva a empezar totalmente la publicación.
La lectura me ha complementado, sino formado, este talento que una vez ha asombrado, al demostrarse amplio y profundo.
Lastimosamente, este talento, me ha sido vilmente removido temporalmente.
La pereza, la desidia, el desinterés, son situaciones que han afectado a este humilde bloguero, a el dejar de publicar las constantes publicaciones -valga la redundancia- que antes tan notablemente me caracterizaban.
Sin embargo, quiero, y con el permiso de ustedes, lectores que todavía vienen a este modesto espacio, retomar este don, este latento, arrancarlo de vuelta de quién alevosamente me lo ha removido.
Posiblemente es una tarea difícil de retomar pero, quiero volver a hacerlo, y tener ese placer, esas ganas, ese deseo de escribir.
Saludos,
Álvaro A.