Saludos queridas almas: Boda frustrada, imagen de ganster en campaña, entre otros, son las consecuencias de la relación entre Otto Guevara y Olman Rímola; éste último es indagado por el Ministerio Público por lavado de dinero, no puede salir del país y debe presentarse a firmar cada quince días en el Juzgado Penal de Pavas. Rímola fue candidato a alcalde por Escazú por el Movimiento Libertario, pero los millones de dólares no lograron convencer al pueblo escazuceño, como si lo lograron con Otto Guevara a quien conoce de atrás, aunque hoy niega que el FBI los sorprendió justo antes de abrir la oficina como socios.
En la pasada campaña, Otto Guevara nunca quiso dar cuentas claras del financiamiento de su campaña, nos mintió a los costarricenses asegurando que su dinero era limpio, siendo que Olman Rímola era el mayor contribuyente en su campaña de anuncios de viejos chingos y de "mano dura contra la delincuencia", cuando el mismo excandidato libertario estaba prestándose para el lavado de dinero, recibiendo esos fondos.
El Movimiento Libertario es una legítima mafia disfrazada de partido político: contabilidad que parece sacada de una película de gansters, candidatos a diPUTAdo con antecedentes penales por estafa (como el PASE), y hasta un diPUTAdo culpable por asesinato en sus filas, entre otras cosas.
Esperamos que en la Asamblea Legislativa se conforme una comisión para investigar el financiamiento del Movimiento Libertario, ya que si permitamos que la mafia financie a los políticos en este país, estamos perdidos como democracia. Esperamos que el Partido Acción Ciudadana (PAC) solicite la conformación de esta comisión, porque las fuentes de financiamiento de Otto Guevara es un tema que merece la misma atención que los actos corruptos de los Arias.
¡Que se vaya al infierno el Movimiento Libertario!
