El arquitecto de la estafa, Jesús Martín Castro Fernández, entre otras muchas cosas ha sido acusado de Coacción (expediente 08-43-615-PE), pero La Cruda Verdad le reconocemos su capacidad para escapar constantemente de la mano de la Justicia, aunque la cruda verdad no sabemos si abra mano o magia negra.
En la causa citada, a pesar de ser notificado siempre se rehusó a ir a la Fiscalía para ser indagado, cuando lo fueron a buscar giró la orden a la seguridad privada de Hacienda Los Reyes (La Guácima) para que obstaculizaran la labor del OIJ.
El 5 de abril del 2010, cuatro agentes hicieron un fijo con la finalidad de hacer cumplir la ley. Esperaron pacientemente desde primera hora, frente a la casa #40, a que Jesús Martín se asomara. Al mediodía vieron una silueta detrás de una cortina, parecía que tomaba varias pastillas que sacaba de un blister.
A las cinco de la tarde suponemos que las voces que hablan dentro de la cabeza de Jesús Martín le gritaban órdenes contradictorias, que se entregara, que huyera, que enfrentara a los oficiales, que se hiciera invisible o teletransportara. Se puso un pliego de aluminio en la cabeza seguro para que no le robaran las ideas y salió a la cochera, abordó su Toyota Hilux placas CL 210009, aceleró y casi atropella a los agentes en el vehículo oficial, en ese momento el prófugo se dio cuenta que no era invisible y que no lograría el impulso para romper la barrera de espacio y tiempo para aparecer en otro lugar por lo que sintiéndose rodeado ingresó nuevamente a su vivienda, después de meterle un puñetazo en el rostro al oficial Guillermo Sequeira Barrantes. .
En una escena inesperable para las autoridades el prófugo abrió la ventana y tomó a su hija Gloriana de 6 años como escudo humano, por lo que su abogado y amigo que lo conoce desde atrás el licenciado Andrés Pérez hizo de mediador para que la escena no terminara en un trágico infanticidio. ¿Qué le abrá susurrado al oído el licenciado Perez? Supongo que no queremos saberlo..
Jesús Martín no puede más con la presión policial, suelta a la niña y corre hacia Andrés pero los los oficiales lo interceptan, tiran al suelo y esposan para trasladarlo al II Circuito Judicial.
Actualmente la hija rehén y su hermanito están en tratamiento psicológico por el grave daño al que su padre les sometió ya que ambos pensaron que todos iban a morir o que sus papá los mataría, sin embargo Jesús Martín dice que todo es culpa de quienes lo acusan porque si le perdonaran sus fechorías no sería perseguido ni tendría que esconderse en su casa ni usar a su hija de escudo humano.
La Cruda Verdad es que con Padres así es mejor ser huerfano.