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| La legítima cortina de humo |
Cuando no existía aviación la protección de fronteras era clave para la supervivencia de cualquier pueblo ya que cualquier intento de invasión era por tierra, obvio. Las tropas invasoras marchaban sin mayor camuflaje y con indiscretas maniobras dominaban las fortalezas defensivas del país invadido. Así, poco a poco, iban avanzando hasta llegar a tomar los centros de mando militar y de gobierno decapitando los símbolos de poder, desarticulando la defensa.
Lógicamente la guerra ha cambiado con el paso de los años y cualquier intento medio inteligente de conquistar un país implica para empezar un bombardeo de sus centros de mando e infraestructura de funcionamiento.
Por ejemplo, si algún país quisiera conquistar a Costa Rica no iniciaría con la llegada masiva de barcos al Atlántico y Pacífico para que las tropas bajen a tierra y se enfrenten a la Fuerza Pública (y a los miles de patriotas que saldrían con flecha y machete a dar la vida por el blanco, azul y rojo). Usando la razón podemos tener certeza que una invasión tampoco iniciará con soldados a pie y a caballo ingresando por la frontera norte o sur.
Nicaragua tiene abandonada la frontera caribe-norte; carece de accesos mínimos por carretera y ni siquiera tiene un puerto decente. Con inteligencia básica se puede deducir que la Suiza centroamericana jamás será invadida por ahí ya que el ofensor tendría que lidiar con los suampos, pantanos, moscos, cocodrilos, ausencia de caminos, falta de electricidad, agua potable en que está esa parte de Limón (por algo en 1856 y 1955 Costa Rica fue invadido por Guanacaste, donde sí hay camino).
¿Cómo invadir Costa Rica? Si alguna vez un país quisiera tomar el nuestro lo que haría es enviar aviones de guerra y con 5 bombas ganaría la guerra. Nada más hay que hacer explotar la pista del aeropuerto Juan Santamaría, la de Pavas y Liberia, luego el puente del Saprissa y el de la platina y... se acabó: el país hincado, paralizado y esperando a un ejército extranjero (que ofrende a sus hijos por nuestra tierra) o a negociar la rendición.
Claro está que ningún país está interesado en conquistarnos. Básicamente hay políticos de turno que pretenden imponer una agenda de miedo, estereotipando a un vecino como incivilizado, que pensemos en los de afuera mientras están distrayéndonos aquí adentro de la conquista de los fondos públicos por parte de unos pocos, de la guerra contra el hampa que estamos perdiendo, de la repentina colonización de cualquier opción de prosperar mediante nuevos impuestos, del terrorismo laboral mediante acoso sexual... etc.
¿Dónde está el enemigo? ¿Afuera o adentro?
