La viceministra de Seguridad, Flora María Calvo, denuncia acoso sexual en contra de mujeres policías, por su parte el ministro de Seguridad José María Tijerino denunció que dicha situación también se presenta en el Ministerio de Educación Pública. Ambas carteras deben ser investigadas administrativa y judicialmente porque estos jerarcas tienen que estar hablando con conocimiento de causa.
Es inaceptable que una persona, hombre o mujer, deba tolerar abusos sexuales para poder mantener el puesto, ganar materias y evitar maltratos. La cultura de impunidad está aniquilando a toda persona en posición de vulnerabilidad.
Da asco y tristeza escuchar personas que están anuentes a cerrar sus oídos y tapar sus ojos por "agradecimiento" a la militarización de la frontera con Nicaragua. El odio contra un vecino es tanto que se está anuente a renunciar a la idiosincracia nacional así como minimizar la crueldad y degradación a la que están siendo sometidas servidoras públicas.
Esta situación no es microscópica, esta descomposición afecta a toda la sociedad ¿Con qué moral va a combatir el hampa una persona que debe soportar en silencio la violación de sus derechos? ¿Qué podemos esperar los de un jefe policial que viola las leyes en la propia estación de policía? ¿Qué podemos esperar si un educador ha sufrido el menoscabo de su dignidad para obtener su puesto? ¿Qué podemos esperar de jóvenes que obtuvieron su aprobación por medio de encuentros sexuales con docentes?
¡Que el ministro y la viceministra denuncien abiertamente!!!
+Hedicho: José María Tijerno debe renunciar!
+Chamuko: Acoso sexual en la Fuerza Pública.
