Costa Rica necesita un (a) Fiscal General que persiga a quienes violan las leyes sin importar en cuál partido político están afiliados, porque la Justicia (con mayúscula) debe ser ciega para no favorecer a unos ni ensañarse en otros, porque cuando solo hay músculo contra estos y permisividad hacia aquellos la imagen de los Tribunales se destiñe.
Quien ocupe dicho cargo debe tener los valores morales para recordar cada día que la Justicia es un sistema, que estamos en un Estado de Derecho, que del Poder Judicial no pueden surgir caudillos porque la confianza y credibilidad deben estar en el sistema, no en una persona.
Debe ser una persona humilde para reconocer que los delitos que más nos dañan como pueblo son los que se cometen impunemente contra quien lleva un celular, tennis y billetera. Además esa humildad debe trabajar en mantener a raya la corrupción pública y privada de los altos niveles, porque esa es la que nos desmoraliza como nación.
Como servidor público debe trabajar para el cumplimiento de la Ley, respetando el proceso, el principio de inocencia y las decisiones de los jueces, jamás armando un juego con medios aliados para crear la sensación de "buenos" contra "malos", haciendo arrestos espectaculares, persiguiendo sin piedad aunque las pruebas digan lo contrario, desprestigiando a los abogados que ejercen la defensa, intimidando y promoviendo el linchamiento mediático... porque eso es tan primitivo como la "justicia" de turbas de países donde sobra violencia y faltan las letras.